Cholula
Al personal del Instituto Mora que participará de la visita cultural a Cholula se le solicita:
-Estar puntuales el próximo sábado 19 de mayo del presente en Plaza Valentín Gómez Farias núm. 12 a las 7:30 horas. El regreso a la ciudad de México será a las 19:00 horas.
-Tener listos sus boletos para ingresar al camión.
-Llevar ropa y zapatos cómodos (se recomienda llevar lentes oscuros y gorra).
-Muchas ganas de convivir y conocer este importante sitio arqueológico.
¿Cómo llegar?
Cholula se ubica en el municipio de San Andrés y San Pedro Cholula, en el estado de Puebla, a quince kilómetros de la capital del estado. El sitio se localiza dentro de la región del valle Puebla-Tlaxcala. A Cholula se la considera como una subárea limitada al norte por los cerros Tecajete y Zapotecas, al este por el río Atoyac, al sur por las cuencas de Atlixco y Valsequillo y al oeste por la Sierra Nevada. Para llegar al sitio desde la ciudad de Puebla se toma la carretera Quetzalcoatl o recta Cholula.
Cholula fue una de las principales ciudades mesoamericanas, en ella habitaron diversas culturas y estilos de vida que convergieron en una religión común; esta gran metrópoli fue un lugar por excelencia dedicado a Quetzalcóatl; se dice que gente de tierras lejanas, incluso de Centroamérica, venía al sitio para adorar a tan popular deidad. De igual manera, la complejidad de su arquitectura, la diversidad en rasgos foráneos y su largo desarrollo cultural hicieron indudablemente que para el periodo clásico (100 a 900 después de Cristo) obtuviera el título Tollan, que era dado a las principales ciudades del Altiplano Central; Teotihuacan y Tula recibieron también este nombre.
A principios de este periodo aparecieron los primeros rasgos urbanísticos, así como evidencias de pintura mural y de sus relaciones con Teotihuacan, Monte Albán y la costa del Golfo. La cerámica presenta una gran variedad de tipos locales y foráneos y la alfarería policroma, característica de este sitio, presenta una gran difusión. En sí, hablamos de una actividad plena de la ciudad, misma que culminó con su abandono súbito y acelerado, trasladando el lugar rector al actual centro del municipio de Cholula, a finales del mismo periodo.
Alrededor del año 100 antes de Cristo se estableció la primera aldea en el actual San Andrés; más tarde se reubicó al este de la laguna (hoy la pirámide), en Santa Catarina. Cholula fue una villa secundaria del actual poblado de Coapa, su economía probablemente se basaba en la pesca y la producción de cultivos nativos; de alguna manera la aldea se fortaleció y creció a tal punto que para esta época tenía ya tres estructuras piramidales, incrementando poco a poco su importancia y dimensiones.
La ciudad de Cholula estaba distribuida en barrios, su división territorial correspondía a las distintas identidades étnicas que convivían en ella. En La historia tolteca chichimeca se indica que los olmecas xicalancas gobernaban la ciudad con diez señores principales, dos de ellos con los títulos Aquiach y Tlalchiac y que se continuaron usando hasta periodos posteriores. El primero de estos señores tenía una arma de águila y el segundo de jaguar y se nombraban, entre los religiosos del Templo de Quetzalcóatl, nobles del barrio de Tiznquiznauac. Los iniciados en esta religión recibían una capa negra por cuatro años, después otra negra con una cenefa roja por el mismo periodo, una roja con negro pasados los cuatro siguientes; después de los cuales se les daba una negra para el resto de su vida. Los sacerdotes nombrados con el título de Aquiach y Tlalchiach gobernaban y elegían a los reyes que venían a Cholula a traer ofrendas a Quetzalcóatl, además se perforaban la nariz, orejas o labios, según el rango.
Cuando la estirpe tolteca de Tula llegó a su ocaso, luego de un largo peregrinar, conquistaron y derrotaron a los olmecas xicalancas de la región; estos grupos se van a relacionar, más tarde, con los barrios que se continuaron durante la época colonial e incluso aún hoy en día.
Al parecer los chichimecas llegaron a Tollan Chollolan un día 4 Yerba después de visitar en su peregrinar muchos lugares; Marquina menciona que la salida de los toltecas se realizó en el 1 Pedernal, y que cuando llegaron a Cholula suplicaron vivir en la comarca; se les autorizó establecerse y les proporcionaron armas viejas para su sobrevivencia; cuando estaban dispuestos a irse Tezcatlipoca les ordenó que hicieran la guerra y derrotaran a los olmecas xicalancas para ocupar el gobierno. Probablemente este pasaje de La historia tolteca chichimeca se refiere a la última ocupación de Cholula y a la fundación de la nueva ciudad.
La forma de gobierno en Cholula no fue siempre la misma. Torquemada menciona que luego de su fundación, después de la destrucción de Tula, fue dirigida por un señor que dependía de los antiguos chichimecas; en seguida vino un gobierno rígido hecho por gente de guerra, cuyos dirigentes eran elegidos cada cierto tiempo. Más tarde se estableció un gobierno formado por cuatro señores; cuando Quetzalcóatl se fue a Tlapalan llevó consigo cuatro discípulos de Cholula a los que ordenó regresaran a su ciudad, Torquemada dice de estos cuatro señores: “recibieron los de la ciudad luego por señores, dividiendo al señorío della en cuatro tetrarcas... estos señores aunque reconocían a sus menores, en particular hacían Cabeza total en el gobierno, de tal manera que, en la república no se havia [sic] de hacer cosa que no fuese determinada, por todos quatro” (Torquemada, II:351).
Existieron migraciones posteriores que al parecer dividieron más el territorio que continuó con la estructura de barrios. Según Carrasco, este último grupo se denomina en La historia tolteca chichimeca como colomochcas. Aunque no se aclara su identidad, se menciona a Colomochcatl como un personaje que había ido a Mixtlan y llega a Quauhtinchan, para establecerse más tarde en Cholula. Este nuevo grupo de gente se identifica con el barrio de San Andrés Colomochco.
En el año 1 Conejo se desató una sequía y el hambre provocó que la gente de Cholula emigrara a Quauhtinchan; al menos doce grupos, algunos reconocidos como barrios, llegan a esta ciudad: ixmeciuhca, tepetzinca, quauhteca, izcolloca, matlaltzinca, tochpaneca, couaca, cuitlatepeuaque, tzocuillaca, tlaxichca, calmecauaque y xochicaltzinca.
Algunos autores como Cook y Merino consideran que el sitio tuvo dos apogeos: el primero, contemporáneo al florecimiento de Teotihuacan, El Tajín y Monte Albán con quienes sostuvo fuertes intercambios que retroalimentaron la cultura cholulteca, y el segundo, entre el 400 y el 500 después de Cristo en donde Cholula, además de controlar gran parte de la región, forma parte de un corredor cultural-comercial vía Altiplano-Oaxaca. En este momento se observa un gran número de núcleos poblacionales alrededor del valle. Poco antes de su abandono, en el 600 después de Cristo, la llegada de los olmecas xicalancas y su asiento en Cacaxtla, su capital principal, aceleró la caída del centro.
Sin embargo, la decadencia no pudo ser tan drástica dada la importancia religiosa de la ciudad; algunos entierros de nobles y sacerdotes del periodo posclásico hacen considerar al sitio como un santuario. Sin embargo, sabemos que en este último periodo la zona fue ocupada por la gente del pueblo, quienes construyeron sus casas habitación en distintos puntos de la misma; de hecho, la mayoría de los entierros encontrados son de ofrendas simples, lo que hace suponer que pertenecieron a este periodo de ocupación; situación similar ocurrió en Monte Albán, donde se construyeron casas habitación y se reutilizaron las tumbas.
Quizá para Cholula esta reocupación, de lo que alguna vez fue una ciudad sagrada, va más allá del desuso del sitio; es probable que se debiera a los conflictos políticos, a la sobreexplotación del entorno y a la desnutrición como lo demuestran algunos esqueletos. Las fuentes históricas que mencionan sequías informan que estas obligaron a reducir el centro ceremonial, trasladándolo finalmente al centro del actual municipio; generalmente la monumentalidad de un sitio arqueológico es proporcional al control (casi opresivo) del pueblo por parte de las altas jerarquías; las constantes modificaciones a los edificios y prácticamente a cualquier elemento arquitectónico simplemente representa un alarde de control político. Hay que recordar que algunos edificios de la última etapa de ocupación tenían evidencia de haber sido quemados.
Sin duda la ciudad de Cholula tuvo influencia no sólo a nivel regional; el elemento mejor conocido que exportó a Mesoamérica fue la cerámica policroma, con características inconfundibles en la decoración que se extendió rápidamente. A pesar del abandono de la gran ciudad (hoy zona arqueológica), el centro ceremonial se trasladó al actual centro de la ciudad de Cholula donde el asentamiento continuó hasta la llegada de los españoles, lo que la convierte en una de las pocas ciudades que cuenta con una larga secuencia histórica.
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