martes, 20 de marzo de 2007

Los pioneros Valck. Un siglo de fotografía al sur de Chile

Alvarado, Margarita y Mariana Matthews (coords.), Los pioneros Valck. Un siglo de fotografía al sur de Chile, Santiago de Chile, Pehuén Editores, 2005, 129pp., (Col. Relatos del Ojo y la Cámara. Fotografía Patrimonial Chilena).

Desde sus inicios, la fotografía ha hecho posible la pervivencia de testimonios visuales de diversos acontecimientos históricos, sociales, culturales y políticos. La realidad de Chile no ha sido la excepción; a través de la lente de fotógrafos europeos y estadunidenses que se establecieron, ya fuera temporal o permanentemente, en ciudades y pueblos a todo lo largo del territorio se ha podido conocer a esta sociedad, sus paisajes y las transformaciones sufridas al correr del tiempo.

Esta incansable actividad fotográfica la vemos ahora reflejada en un excelente patrimonio visual conformado por un número considerable de fotografías, mismas que lentamente han sido rescatadas del olvido. El rescate fotográfico se ha visto enriquecido con estudios generales y monográficos que han permitido un acercamiento al patrimonio fotográfico chileno.

Dentro de los estudios de caso se encuentra el dedicado a Enrique Valck y su familia. Este fotógrafo llegó al puerto de Valdivia en 1852. El libro Los pioneros Valck. Un siglo de fotografía en el sur de Chile analiza la obra y trayectoria de esta familia de origen alemán que registró a una sociedad pluricultural cambiante. Coordinado por Margarita Alvarado y Mariana Matthews, este trabajo es el primer volumen de la colección Relatos del Ojo y la Cámara. Fotografía Patrimonial Chilena. La edición contó con el auspicio del FONDART y del Fondo Nacional de Fomento del Libro y la Lectura, así como con el patrocinio del Instituto de Estética de la Pontificia Universidad Católica de Chile. La antología se compone de tres textos de la autoría de Carolina Odone, Carla Moller y las especialistas antes mencionadas. Las cuatro autoras tomaron parte en la investigación, presentación y proyección de la obra de Christian Heinrich Valck, llegado a Chile a mediados del siglo XIX, así como de sus descendientes. Estas autoras emplean un enfoque histórico.

En “Entre la luz y la sombra: fragmentos de la familia Valck-Wiegand a través del tiempo”, Carolina Odone se hace cargo de la aventura migratoria de los Valck-Wiegand y el establecimiento de este matrimonio en Valdivia, así como de las travesías de sus hijos y algunos nietos en territorio chileno. En un relato minucioso, que por momentos nos hace imaginar los paisajes del sur chileno, Odone nos transporta de Alemania a Valdivia, siguiendo las vicisitudes del joven matrimonio que decide iniciar una nueva vida, llevando consigo los conocimientos que más tarde convertirían a la pareja en dos de los fotógrafos más importantes del país. Siguiendo ese estilo narrativo, la autora cuenta cómo va creciendo la familia y con ella su legado fotográfico. Así conocemos la historia de tres generaciones formadas por Jorge, Fernando Maximiliano, Enrique Bruno y Arnulfo Valck, todos descendientes de Enrique y Elise Valck. Historias ligadas al desarrollo de Chile, en particular de Valdivia, Concepción y Chillán, lugares donde se establecieron para ejercer su oficio fotográfico.

Por su parte, Mariana Matthews describe el desarrollo del oficio fotográfico, haciendo hincapié en las vicisitudes y oportunidades que la técnica ofrecía. Su texto se titula “Fotografías en la frontera. El trabajo de los Valck en el sur chileno”. Hablar de los Valck obliga a recordar aspectos de la historia de la actividad fotográfica en Chile y la influencia de los colonos extranjeros en esa “memoria visual”, cuando el país se debatía entre su organización administrativa y la pacificación de la Araucanía. A partir de este recorrido histórico, Matthews aborda el inicio del interés por lo exótico y lo étnico del continente, lo cual se materializó en paisajes, retratos y, sobre todo, en la representación de los pueblos nativos. Al mismo tiempo cita algunos de los principales fotógrafos extranjeros y nacionales, describe los estilos de Cristián Enrique, Enrique, Fernando, Bruno y Arnulfo Valck, los adelantos técnicos, los procesos técnicos, los estudios fotográficos, incluido el atrezzo. Así sabemos que Enrique padre desarrolló dos temas en su trabajo: el retrato y el paisaje, siendo el primero el de mayor importancia. El trabajo de los Valck constituye una sinopsis de lo que fue el género fotográfico más importante por más de 100 años: el retrato. Representa una síntesis del modelo europeo con una visión limpia y directa que, al tiempo que captaba imágenes, abría un nuevo espacio en la frontera.

Finalmente, en “La fantasía fotográfica del otro. La estirpe Valck y sus imágenes de los mapuche”, Margarita Alvarado analiza cómo fue vista y representada esta etnia. Las imágenes estudiadas, que en su momento fueron uno de los primeros testimonios capturados de los “otros” habitantes del territorio chileno, ahora constituyen importantes registros etnográficos del siglo XIX. En el escenario de la “Pacificación” de la Araucanía, Alvarado contextualiza la actividad fotográfica de los Valck para mostrarnos el prolífico trabajo sobre esta etnia y la manera en como eran vistos y representados los “otros”. Con casi media centena de imágenes en formato carte de visite y Cabinet, y con base en las características formales del retrato de estudio y de registro etnográfico propias del siglo XIX, Enrique Valck retrata a personas sin cédula de identidad, registrados sólo como miembros de una etnia, un pueblo o una cultura. El personaje fotografiado es el “otro”, el diferente. Tras el análisis de estas imágenes, Alvarado plantea cómo se construyen imaginarios donde se traslapan y superponen la imagen producida por el fotógrafo, la fantasía del “otro” fotografiado y la propia fantasía de quienes observamos.

Este texto, como el de Matthews, evidencia un minucioso trabajo de investigación histórica y fotográfica, pues la relación texto-imagen se hace indisoluble. Con ello se demuestra una vez más que los tiempos en que la imagen era sólo una ilustración han sido rebasados.

Como es costumbre en este tipo de publicaciones, Los pioneros Valck se complementa con un portafolio fotográfico con más de 100 imágenes tomadas por miembros de la familia Valck, donde encontramos desde daguerrotipos hasta papel albúmina, formatos carte de visite, Cabinet y postales. Estas imágenes pertenecen a archivos privados, familiares y públicos chilenos.

A pesar de la excelente calidad de las reproducciones, debemos decir que existe un error de concordancia entre la disposición de algunas imágenes del portafolio y el texto. Me refiero a tres de ellas. La primera se encuentra en la página 27. Alvarado hace referencia a “una toma realizada a un grupo de mujeres mapuche, todas ellas ataviadas con sus espléndidos atuendos y joyas tradicionales posando frente a la cámara de acuerdo con las estrictas normas estéticas del retrato de estudio” (p. 27). La autora nos remite a la página 46 para observar la imagen, pero en esta encontramos los retratos de “Longko Mapuche” y de “Pablo Cabezón”; el retrato de las mujeres mapuche está ubicado en la página 44 y lleva el título de “Mujeres y niños mapuche”. El siguiente error se localiza en la misma página 27; el texto habla de las diferencias entre los fondos utilizados en los retratos de estudio de la sociedad valdiviana y los retratos de los mapuche. Alvarado propone que “si observamos algunas de estas fotografías, bajo el cuidadoso montaje llevado a cabo para el retrato se dejan ver rústicos entablados que bien podrían corresponder al piso de algún cobertizo o bodega rural (ver p. 46)” (p. 27). Los retratos que aparecen en la página indicada, corresponden efectivamente a dos personajes mapuche, mencionados líneas arriba, pero el fondo, que es lo que la autora intenta resaltar, no corresponde a la descripción del texto. Los fondos de ambas imágenes son blancos, sin ninguna escenografía. En todo caso, la trilogía de retratos que aparece en la página 45, titulada “Mapuche”, se apega más a la descripción que hace Alvarado. Por último, en la página 29 se detalla la serie “En el huerto”. El texto resalta la secuencia cinematográfica lograda por Enrique Valck, lo que permite “reconstruir el proceso de tomas que llevó a cabo […] instruyendo a sus fotografiados y disponiendo escenografías y parafernalia como un verdadero director de escena (ver p. 47)” (p. 29). Repitiéndose el error de concordancia, en esta página aparece una toma exterior, a la orilla de un lago, donde siete indios mapuche posan sobre una canoa, reproduciendo una escena cotidiana. En la página 45 aparecen tres carte de visite de la serie “En el huerto”, que seguramente son a las que se refiere el texto de la página 29. En estas encontramos tres diferentes escenas, que intentan reproducir, al igual que la fotografía de la canoa, un instante de la rutina diaria de este pueblo. Curiosamente la ficha técnica de las imágenes no lleva el título de la pieza. Las imágenes se titulan indistintamente “Mapuche”. Dichas faltas, que podrían considerarse menores, restan puntos a los textos y a la presentación final de la obra. Por tratarse de una propuesta historiográfica donde la imagen y el texto tienen una correlación inseparable, no puede permitirse este tipo de erratas.

Dejando de lado este extravío, que suponemos es de edición y no de investigación, el libro pretende ser un aporte al análisis y reflexión de la actividad fotográfica en Chile, a la vez que intenta abrir caminos de exploración y conocimiento de la sociedad de mediados del siglo XIX y parte del siglo XX, como objeto de interés fundamental de la práctica fotográfica de aquel país.

Los pioneros Valck es un claro ejemplo de la discusión que se está dando a nivel continental alrededor del uso de la imagen fotográfica y su estudio desde perspectivas estéticas, históricas y antropológicas, así como de su rescate y conservación como legado nacional. De esta manera se contribuye al desarrollo y difusión de una historia crítica de la fotografía patrimonial.

Reseña de: Mónica Morales Flores. Licenciada en Historia por la Escuela Nacional de Antropología e Historia, actualmente alumna de la maestría en Historia Moderna y Contemporánea en el Instituto Mora.

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